divendres, 7 de març del 2008

París es la ciudad de los enamorados. Enamorados de la vida. Enamorados de la luz. Enamorados... del amor.


- Escúchame. A veces la vida te pide un cambio. Una transición, como las estaciones. La primavera ha sido fantástica, pero ha terminado el verano, hemos perdido el otoño y de repente hace frío, hace tanto frío que todo se hiela. Nuestro amor se ha dormido y la nieve le ha pillado por sorpresa. Pero si te quedas dormido en la nieve, no ves cómo llega la muerte. Cuídate.

Francine, me acuerdo exactamente. Era el 15 de mayo. Iba a llover y tú gritabas. (...)Y te aceptaron, claro. Dejaste Boston y viniste a Paris, a un pisito en Faubourg Saint Denis. Yo te enseñé el barrio, los bares, mi colegio. Te presenté a mis amigos, a mis padres. Escuché los textos que tú ensayabas, tus cantos, tus esperanzas, tus deseos, tu música. Tú escuchaste la mía, mi italiano, mi alemán, mi poco ruso. Yo te regalé un walkman, tú me regalaste un almohadón. Y un día me besaste.
El tiempo pasaba, el tiempo volaba, y todo parecía tan fácil, tan senzillo, tan libre, tan nuevo y tan único. Íbamos al cine, íbamos a bailar, íbamos de compras, reíamos, tú llorabas, nadábamos, fumábamos, nos afeitábamos. De vez en cuando tú gritabas, sin razón alguna o con razón, a veces con toda la razón.
Yo te acompañaba al conservatorio, yo estudiaba para mis exámenes, yo escuchaba tus ejercicios de canto, tus esperanzas, tus deseos, tu música. Tú escuchabas la mía. Estábamos cerca, muy cerca, cada vez más cerca. Íbamos al cine, íbamos a nadar, nos reíamos juntos. Tu gritabas, a veces con razón, a veces sin. El tiempo pasaba, el tiempo volaba.
Yo te acompañaba al conservatorio, yo estudiaba para mis exámenes, tú me escuchabas hablar en italiano, en alemán, en ruso, en francés. Yo estudiaba para mis exámenes. Tú gritabas, a veces con razón. El tiempo pasaba, sin razón, tú gritabas, sin razón. Yo estudiaba para mis exámenes, mis exámenes, mis exámenes. El tiempo pasaba. Tú gritabas, tú gritabas, tú gritabas… Yo iba al cine. Perdóname Francine.
- Diga
- ¿Qué ha pasado? De repente no estabas. ¿Has colgado? ¿Tan mal lo he hecho? ¿Estás enfadado por lo de ayer? Vale, dime que ha sido creíble. Ya. Mierda, así no funciona. ¿Cómo vas a decir: “La primavera ha sido fantástica, pero ha terminado el verano” sin sonar melodramático? Bueno, al director le ha encantado y tengo que decirlo. ¿Me escuchas?
- No, te veo.



Paris, je t'aime. Faubourg Saint Denis. Tom Tykwer.

1 comentari:

Tomás ha dit...

De les tres millors juntament amb la historia de Wes Craven i Walter Salles.